Algunos consejos para evitar que se ablanden demasiado rápido:
- Manténgalas frías y secas: guárdelas en el recipiente original en el refrigerador y espere para lavarlas hasta que esté listo para comerlas.
- No deje que una mala frutilla eche a perder el resto: clasifique las bayas antes de refrigerarlas y elija las que estén enmohecidas o en mal estado.
- Congelar para más tarde: para disfrutar del sabor dulce y brillante del verano durante todo el año, puede congelar bayas frescas enteras o en rodajas. Para congelar, enjuague, retire los tallos y tapas verdes, seque bien y congele en una sola capa en una bandeja para hornear. Una vez congeladas, colóquelas en recipientes sellados y devuélvalas al congelador.